En México enfrentamos una realidad alarmante: el desperdicio de alimentos es tan grande que, de acuerdo con diversas estimaciones, el país tira entre 13.4 y 31 millones de toneladas de comida al año. Este fenómeno representa pérdidas económicas significativas, un uso ineficiente de recursos naturales y una profunda contradicción social, ya que mientras se desechan alimentos aprovechables, millones de personas viven en inseguridad alimentaria.
Una acción tan cotidiana como abrir el refrigerador y observar los alimentos disponibles pareciera ser algo intrascendente, así como desechar la comida. Pero… ¿has pensado en el impacto económico y ambiental al eliminar los alimentos que no alcanzas a consumir?
Procuraduría Federal del Consumidor
El problema inicia en los hogares, donde ocurre cerca del 60% del desperdicio total. La falta de planeación en las compras, desconocimiento sobre el almacenamiento adecuado y hábitos de consumo poco conscientes contribuyen a que enormes cantidades de comida terminen en la basura.
A nivel ambiental, el impacto también es grave. Cada alimento desperdiciado implica el derroche de agua, energía, transporte y trabajo humano invertido en su producción. Además, cuando estos residuos llegan a los vertederos, generan metano, un gas de efecto invernadero más potente que el CO₂.
Reducir el desperdicio no solo ayuda al planeta; también representa un ahorro directo para las familias. Al adoptar prácticas simples como planear las compras, revisar fechas de caducidad y aprovechar sobras, cada hogar puede marcar una diferencia significativa.
Referencias
Banco de Alimentos de México. (2023). Informe anual de desperdicio alimentario. https://bamx.org.mx
Food and Agriculture Organization. (2019). The State of Food and Agriculture. FAO.
Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural. (2022). Pérdidas y desperdicio de alimentos en México. Gobierno de México.
