Mucha gente no lo sabe, pero gran parte de las fugas del presupuesto familiar provienen de alimentos olvidados, arruinados o mal almacenados. De acuerdo con estudios del Banco de Alimentos de México, un hogar promedio puede tirar entre $800 y $1,200 MXN al mes en comida desperdiciada.
Este gasto “invisible” afecta la economía familiar sin que nos demos cuenta. Sin embargo, reducirlo no solo es posible, sino sencillo.
Planear el menú semanal, comprar cantidades más pequeñas o utilizar aplicaciones de lista de compras puede evitar compras duplicadas. Del mismo modo, almacenar correctamente frutas, verduras y proteínas puede prolongar su vida útil.
Además, aprovechar sobras en nuevas preparaciones disminuye la necesidad de comprar más ingredientes. El simple acto de revisar el refrigerador antes de cocinar puede ahorrarte cientos de pesos al mes.
Reducir desperdicio no solo es un acto ambiental: también es una estrategia financiera inteligente.
Referencias
Banco de Alimentos de México. (2023). Estudio sobre gasto y desperdicio en hogares mexicanos.
PROFECO. (2021). Hábitos de consumo y economía familiar. Gobierno de México.
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